Los AA.AA.DB entiende la formación:
- como un proceso de realización (perfeccionamiento o maduración) continua de la persona mediante el cultivo de las diversas y múltiples dimensiones que le son propias como persona humana y como bautizado que tiene a Jesucristo por modelo y guía;
- como acción integradora, en cuanto que abarca a la persona entera, en todas sus dimensiones, como ser libre, responsable, abierto a los demás, llamado a reproducir en sí mismo la imagen de Jesucristo en un proceso tendente a la mayor plenitud posible. La formación, tal como aquí la entendemos, abarca la persona en su totalidad;
- en clave de gradualidad: la tarea formativa no se realiza de golpe. Supone una sucesión de etapas que no están yuxtapuestas ni inconexas. Procede de manera gradual, progresiva e intensificadora. Se entiende en forma de espiral que permite ahondar progresivamente en las mismas realidades básicas que se desarrollan, se profundizan y se complementan recíprocamente. De esta manera, la formación se corresponde con la realidad de la personalidad, que no es algo estático que se haga de una vez para siempre, sino una realidad dinámica, creativa y perfectible, capaz de madurar ordenada y progresivamente.
El presente Plan de Formación propone promover:
– la formación humana y familiar en toda su complejidad
– la formación cristiana
– la formación salesiana
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